Toda nuestra felicidad reside en la razón.
El hombre sin los demás no es nada, no se podría expresar. Lo que cuenta es lo que nos une: la solidaridad.
Pido un poco de respeto para el hombre, porque ya todo es bajar la cabeza, decir que sí, aunque se piense que no.
Las ideas nacen en cada momento, al vuelo, a la sorpresa de cada esquina.
No es difícil discernir lo que preferiríamos: una vida donde se pudiera conjugar la libertad y la igualdad.
Los que teniendo voz callan, no son hombres.
Ninguna dictadura puede sobrevivir sin violencia.
Los únicos documentos fehacientes: las novelas.
Uno no hace la literatura que quiere, sino la que puede.
Eso ha sido siempre lo español: aguantar.
Creo que bastaría que me dijeran haz esto, para no hacerlo o hacerlo de mala gana. Ahí me conozco la sangre española.
Siempre tuvo en España el infierno mas importancia que en otra parte.
Lo bueno, a la larga, se impone; lo malo se borra.
El teatro evoluciona según el sueño de los hombres.
No existe buen teatro que no sea bueno literariamente.
Nunca tuve por necesario falsear un drama para hacer propaganda.
Creo en el progreso; todo, la ciencia y la cultura lo abona.
Mi socialismo nace de un sentimiento de solidaridad, de un deseo de que los que no tienen vivan mejor. No es esto una idea, sino un anhelo tan viejo como la sociedad.
La amistad es, para mí, una de las razones de vivir.
No dejar dudas de mi deseo de una economía socialista en un estado liberal.
Los años me han abierto a la comprensión.
No me importa el pensar de los demás, sino mi propio respeto.
Mientras reine Franco, no morirme en España ni por casualidad. Cualquier otro lugar sería bueno.
Murió de pena Paulino Masip, viéndose olvidado. Cinco losas le cubren. Dios perdone a los que nos echaron.
El que espera no desespera.
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