El 1 de marzo de 1999 se cumple el 800 aniversario del nacimiento de uno de los personajes valencianos más trascendente del período de dominación àrabe: Abdallah al-Qudai Ibn al-Abbar. Diversas instituciones y entidades, como el Ayuntamiento de Onda de donde procedía la familia de los Qudai, han declarado este el “Año Ibn al-Abbar” y diversas publicaciones, actividades, seminarios y hasta signos postales intentan recobrar esta figura desconocida para la mayoría de los valencianos pero esencial de la cultura, lengua e historia de la Valencia islámica y del mundo àrabe en general.
A pesar del olvido permanente del pasado árabe del territorio valenciano, y concretamente de Ibn al-Abbar, nuestro autor se nos manifiesta desde una visión històrica como símbolo combinador de unos hechos y cultura de trascendencia capital. El mundo árabe, el musulmán en general, pero esencialmente el magrebí son deudores, y así lo reconocen, de una emigración andalusí que marca los lìmites y formas des de los que se ha generado la actual concepción artística y cultural de una civilización dinámica. Y el sabio valenciano es, sin duda, referente de esa cultura.
Pero Ibn al-Abbar reune unas características que nos permiten afirmar su especial relevancia y ejemplo de toda una civilización y período històrico.
Por una parte nadie como él vivió el proceso de mutación del territorio valenciano, desde el islamismo a la nueva y emergente civilización cristiana. Fue asesor principal de los dos últimos reyezuelos valencianos, Zeit Abu Zeit y Abu Jumail Zayyan, abandonando al primero cuando éste se convirtió al cristianismo y se hizo vasallo de Jaime I. Del segundo no sólo fue el principal consejero sino también quien en su nombre firmaría la rendición de Valencia a las tropas cristianas el 29 de septiembre de 1238. Su protagonismo político sin embargo tendría una vertiente literaria cuando dirigió su poema (la kàsida en sin) al emir de Tunez solicitando ayuda para la defensa de Valencia; poema considerado por algunos estudiosos como cumbre de lírica èpica.
Y es que esencialmente Ibn al-Abbar fue un escritor. Autor de cuarenta y cinco libros, la mayoría perdidos, de poesia, narrativa, biografía, historia, ensayo literario,……generó una obra importante, relevante, entre la ya de por sí encomiable literatura del oriente àrabe español (Xarc al-Andalus). Sus poemas son uno de los mejores ejemplos de una lírica que inició un nuevo concepto en la poesía árabe, aún vigente, que a su vez rompía con las áridas composiciones del desierto para introducir elementos lúdicos y culturales más ambiciosos.
La nostalgia del exilado será, por otra parte, la consideración más destacable de la biografía de nuestro hombre. El exilio, especialmente en el mundo artístico, ha sido considerado en ocasiones como la forma más querida de vivir la patria. De manifestar el sentimiento por el lugar de origen. Efectivamente, sería difícil encontrar palabras más efectivas e intensas sobre el sentimiento de patria en toda la producción valenciana en cualquier lengua y época que las escritas por Ibn al-Abbar. Pero no solamente la producción literaria, también la actitud civil. La postura firme, a veces orgullosa e inconveniente, defendiendo origen y personas alejadas de su nación ante la prepotencia de quien se siente señor en su tierra fue constante y declaración formal de la estima y esperanza por unas raíces que nunca, probablemente, quiso considerar absolutamente perdidas.
El 6 de enero de 1260 al-Mustansir, el califa de Túnez hijo del emir Abu Zakariyya que tan admirado había quedado con la kàsida que le dirigiera, ordena la ejecución de nuestro poeta y la quema de sus papeles y libros. Lanceado y quemado con sus escritos Ibn al-Abbar se manifiesta como uno de los valencianos más decisivos de su época, que jamás olvidó su origen y jamás consideró irrecuperable su tierra, pero que la fragmentada historia que nos han contado apenas nos ha permitido redescubrirle ochocientos años después.
“Con todo esto, el núcleo urbano antiguo de Ontinyent –la Vila– está documentado desde el siglo XI, en que es citado por Ibn al-Abbar como un lugar de nacimiento del poeta al-Untinyaní.”.
¿Según este comentario Ontinyent podria ser lugar de nacimiento?
Otro simbolo que se nos olvida es la del Rey Taifa de Denia Mochehid (Muyahid) y que me gustaria que publicaseis algo sobre él.
Saludos