Hace tiempo, a raíz de su muerte en Moraira, leía una antigua entrevista con Chester Himes en la que el autor de algunas de las más importantes novelas negras de la literatura norteamericana señalaba que la única diferencia que observaba entre un escritor y quien no lo era residía en la capacidad del primero por descubrir en un charco, tras la lluvia, múltiples objetos que generaban muchas historias, en tanto que el segundo apenas apreciaba un cenagal.
En Materia Prima Rubén Ballestar expone la teoría de Himes desde la propia capacidad narrativa. Desde el elemento primero y primario de todo escritor: la imaginación. ¿Cuál es el elemento imprescindible para el escritor?. ¿Cómo proponer, mediante la escritura, un mundo que partiendo de realidades deviene distinto a la prosaica realidad?. Solo el ingenio permitirá la creatividad de una ficción que será más nítida, evidente y auténtica que la misma objetividad o realidad.
El protagonista de la narración de Ballestar, desde la atalaya de un modesto hotel, reescribe la historia de los personajes con los que se cruza. No me atrevo a decir “con los que convive” porque él los “vive” de forma distinta a la estricta existencia de aquellos. Pero nuestro autor, en una cabriola sensata y no exenta de humor, introduce con el personaje del hotelero la gran contradicción de quienes partiendo de la sustantividad rigurosa no son impunes a la fantasía que distingue el humano del irracional.
Sin embargo un ingrediente primordial del cuento, el elemento que emerge como enlace entre la propia realidad y la imaginación, aparece con la cercanía de la vida ordinaria y la fábula. El protagonista con apenas unos metros de distancia, unos pocos pasos, va de la fantasía a la simple y ordinaria vivencia. Apreciamos que no es un ser distante y extraño quien nos induce.
Como Himes, Ballestar nos dice que el escritor es quien propicia ver más allá de la charca. Quien permite que nuestra más o menos trivial existencia se convierta en otra existencia diferente y acaso más excitante. Y lo hace con una narración corta en la que se define magníficamente que es ser escritor.
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